Presos de ETA

El 74% de los presos que ETA tenía el día que anunció el adiós a las armas ya está en la calle

Presos ETA
Terroristas de ETA en el anuncio del cese de la actividad armada, en octubre de 2011.

El 20 de octubre de 2011, ETA anunció el «cese definitivo» de su «actividad armada». Los terroristas no volvieron a matar a partir de esa fecha. En aquel momento había un total de 699 presos de ETA cumpliendo condena de prisión. Hoy, casi nueve años más tarde, el 74% de ellos están en libertad. Hoy, con EH Bildu más fortalecido que nunca gracias a la aritmética que necesita el PSOE en las Cortes, tan sólo quedan alrededor de 180 presos etarras en las cárceles.

De cada 10 etarras que había en la cárcel el día en que ETA aún no había dejado de matar, casi 8 de ellos están libres hoy en día. La población reclusa de ETA ha entrado en peligro de extinción.

Partiendo de aquellos casi 700 etarras presos en 2011, contando las cárceles de España y Francia (559 y 140 respectivamente), el goteo de puestas en libertad y cumplimientos de condena ha sido incesante. Los registros de Etxerat, la plataforma que aglutina al colectivo de presos etarras y a sus familias, comenzó a contabilizar anualmente las salidas de prisión en 2014. Aquel año finalizó con 465 etarras presos.

En 2015, la cifra se redujo a 403. En 2016, a 348. En 2017, a 298. En 2018, a 264. En 2019, a 246. En este 2020, el número actual de presos etarras, tal y como confirman fuentes de Instituciones Penitenciarias a OKDIARIO, ronda los 180. En total son más de 500 los condenados por terrorismo los que han dejado la cárcel.

El ritmo de excarcelaciones se ha acelerado durante este año. Especialmente desde esta primavera, coincidiendo con el estado de alarma y la crisis del coronavirus. Desde el pasado mes de junio han quedado en libertad un total de 13 presos de ETA.

Acercamientos de récord

Las excarcelaciones de etarras corresponden a la Justicia, pero no así los acercamientos, que son asunto de la Secretaría de Estado de Instituciones Penitenciarias. Y por tanto, del Gobierno. El Ejecutivo de Pedro Sánchez, desde que llegó al poder en junio de 2018, ha acercado a cerca de 80 presos de ETA a cárceles del País Vasco o más próximas a este.

El ritmo de acercamientos comenzó a aumentar la pasada primavera, coincidiendo con el momento en que EH Bildu negociaba con el PSOE prórrogas al estado de alarma. La pasada semana se producía un pico de acercamientos, con el traslado de un total de 6 presos de ETA. Coincide, en este caso, con la negociación de los Presupuestos Generales del Estado. Un proyecto para el que Sánchez necesita, al menos, la abstención de los proetarras.

El ‘negociador’ de Zapatero

Entre estos presos se encuentra Unai Fano Aldasoro, trasladado de la cárcel de Soria a la de Basauri (Vizcaya). Fano fue uno de los comisarios de Batasuna que sirvieron de enlace con ETA durante la negociación de la banda terrorista con el Gobierno socialista de Zapatero que llevó a la tregua-trampa de 2006. Una tregua que los etarras rompieron volando por los aires el parking de la T-4 del aeropuerto de Barajas (Madrid) en diciembre de ese mismo año.

Fano es natural de Bilbao pero su familia reside en Hernani (Guipúzcoa), a apenas una hora de distancia de prisión. En apenas año y medio, Fano ha sido trasladado desde la cárcel de Algeciras (a 1.100 kilómetros de distancia de Hernani) a Soria (a sólo 260 kilómetros). Y de ahí, un año más tarde, a Basauri. Del punto más alejado de la península a estar en ‘casa’ en cuestión de meses.

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